La crisis del COVID-19 ha sacado a la luz la solidaridad de todas las entidades que han querido comprometerse con la solución de los problemas de las personas en situación frágil y vulnerable. Desde entidades que han colaborado con nosotros durante años, hasta entidades nuevas que, vista la situación en la que nos vimos envueltos, quisieron apoyar de alguna manera a la Fundación.
Cualquier ayuda ha sido bienvenida. Desde material sanitario como mascarillas, guantes o pantallas protectoras, hasta alimentos. O incluso tablets que, de alguna forma, acortaban la distancia que dividía a nuestros mayores de sus familiares. Un aspecto por el que nos hemos preocupado especialmente.
También han sido muchos los colegios, asociaciones o voluntarios que, queriendo aportar su granito de arena, han elaborado cartas y dibujos. Para sorprender y llenar de fuerza a nuestros mayores y los profesionales que les acompañan. Recibir cartas de este tipo no solo era un estímulo, sino también una señal más de tranquilidad que les llegaba del exterior.
No podemos olvidarnos del trabajo incansable que vecinos, asociaciones o familiares. Llenos de preocupación por la situación que envolvía a nuestros mayores, confeccionaron mascarillas o batas protectoras para todos los profesionales de los Centros, cuyo trabajo ha sido imprescindible para superar la crisis.
También fueron muchas las empresas de transporte y particulares que se ofrecían a traer estas donaciones a todos nuestros Centros, facilitando y agilizando la llegada del material.
La crisis del COVID-19 ha sacado a la luz la solidaridad de muchas entidades
Confiamos en que el ejemplo de entidades y particulares que han colaborado con nosotros se extienda. Esta es una labor que necesita del compromiso de todos los que creen que merece la pena luchar por un mundo más justo y solidario.
