La Fundación Federico Ozanam celebró esta semana un encuentro especial con motivo del Día Internacional del Voluntariado, una cita anual destinada a reconocer la dedicación y la generosidad de todas las personas que colaboran con la entidad. El acto tuvo lugar en las instalaciones de los Apartamentos Tutelados CAI-Ozanam Pomarón, que una vez más se convirtieron en un espacio de reunión, emoción y gratitud.
La jornada comenzó con las palabras de bienvenida del vicepresidente de la Fundación, Agustín Colás, quien subrayó “el valor insustituible del voluntariado en la labor social de la Fundación”.
Tras la intervención institucional, el protagonismo pasó a varias personas voluntarias que compartieron su visión y experiencia personal acerca de su labor altruista en diferentes áreas: acompañamiento a personas mayores, enseñanza, atención a la infancia y a la juventud y la preparación y organización del Rastrillo Aragón.
Cada intervención aportó una mirada distinta, pero todas coincidieron en algo esencial: el voluntariado no sólo transforma a quienes reciben apoyo, sino también a quienes lo ofrecen.
Como actividad final, los asistentes participaron en un espacio colaborativo de agradecimiento, en el que pudieron dejar mensajes, reflexiones y recuerdos sobre su labor. Este gesto simbolizó el reconocimiento colectivo y sirvió como hilo conductor para un momento posterior de convivencia, que concluyó con una merienda conjunta.
La Fundación Federico Ozanam agradece profundamente el compromiso, la humanidad y la constancia de cada voluntario y voluntaria. Su implicación es el motor que impulsa nuestros proyectos y el mejor ejemplo de solidaridad activa.
