La Navidad es un momento de encuentros y convivencia familiar, pero más allá de los regalos y las tradiciones, lo que los niños y niñas recuerdan es el tiempo compartido con sus referentes. Estos instantes cotidianos fortalecen la confianza, la empatía y el respeto mutuo, valores esenciales que perduran más allá de las fechas festivas.
No hacen falta grandes gestos para dejar una huella positiva. Dedicar momentos de juego o lectura, implicar a los niños en tareas cotidianas o escuchar activamente sus emociones son acciones sencillas que fomentan vínculos afectivos sólidos y enseñan valores como la solidaridad, la cercanía y el cuidado mutuo.
Construir vínculos sólidos en el día a día
El acompañamiento familiar no se limita a los días especiales: cada momento compartido cuenta. En la Fundación Federico Ozanam apoyamos a las familias para que puedan aprovechar tanto las vacaciones como la rutina diaria como oportunidades de aprendizaje, afecto y crecimiento conjunto. Compartir historias, tradiciones y experiencias fortalece la identidad familiar y el sentido de comunidad.
Cómo acompañamos a las familias
Los programas de infancia y familia de la Fundación Federico Ozanam están diseñados para ofrecer orientación, recursos y apoyo práctico, ayudando a que los hogares construyan entornos afectivos, seguros y estimulantes. Cuidar de los niños y niñas significa también enseñarles a valorar la convivencia, la escucha y el respeto, principios que reflejan los valores humanistas y de cercanía que nos guían en Ozanam.





