La esquina de las calles Miguel de Ara y Agustina de Aragón luce un nuevo mural que no solo llena de color el barrio de San Pablo, sino que también refleja el espíritu participativo, creativo y diverso de su juventud. Se trata del proyecto “El Gancho tiene nombres”, una iniciativa impulsada por el equipo educativo de la Zona Joven San Pablo, recurso gestionado por la Fundación Federico Ozanam dentro del Servicio de Juventud del Ayuntamiento de Zaragoza.
Durante varios días, jóvenes del barrio participaron en el diseño y la pintura de este mural colaborativo, concebido como un espacio de expresión colectiva en el que cada trazo habla de identidad, convivencia y pertenencia. A través de dinámicas participativas, los y las jóvenes definieron los elementos que querían incluir en el mural: referentes locales, nombres significativos, símbolos del barrio y mensajes positivos que representan cómo ven y cómo quieren que se vea El Gancho.
La iniciativa ha contado con la implicación de otros proyectos educativos de la Fundación y de diferentes entidades y centros educativos del entorno —como el CEIP Santo Domingo, IES Ramón y Cajal, Colegio La Anunciata, Cruz Roja y otras Zonas Jóvenes del distrito—, fortaleciendo el trabajo en red y el sentimiento de comunidad.
El proyecto culminó con una fiesta de inauguración abierta al vecindario, que convirtió el solar en un espacio de encuentro y celebración. Música, talleres y ambiente festivo acompañaron el descubrimiento del mural, que a partir de ahora será parte del paisaje cotidiano del barrio.
Con acciones como esta, la Fundación Federico Ozanam continúa apostando por la participación activa de la juventud, el arte como herramienta de transformación social y la construcción de entornos más habitables, amables y cohesionados.